LA PAZ

El martes nos fuimos temprano del hostal de Copacabana, hacia La Paz, en una combi, a la que vino a buscarnos la dueña del hostal, frustrando así nuestro intento de robarle el cuchillo que habíamos pedido prestado el día anterior… Que vergüenza!!! (prometemos no volver a hacerlo en hostales).

El viaje, 3 horas, con gente en el pasillo, metiéndote el culo en la cara, las mochilas con nosotros, después de esto bien podríamos dedicarnos al contorsionismo en el circo del sol.
Entramos a La Paz a mediodía, la combi llevaba unos cuantos kilómetros recorridos, y todo eran casas y avenidas, llegamos a un punto alto de la ciudad, y como estaba distribuida, es simple, está situada en un enorme “hoyo” y la plaza central, en el epicentro.
Allí nos dirigíamos, la combi nos había dejado 5 cuadras mas arriba.

Todo el mundo nos comparaba Lima con La Paz; dos grandes ciudades cortadas por el mismo patrón, pero a cada pasito, nos dábamos cuenta de lo equivocados que estaban.
La Paz está llena de vida, con gente de aquí para allá, puestos de todo tipo en la calle, vendiendo bocadillos, chicles, tabaco, cualquier cosa que necesitaras, allí la encontrabas, y al mejor precio posible. Nos comimos un “chori-pan” (en español: bocadillo de chorizo).
Bajábamos hacia la plaza por las indicaciones que nos iban dando, mercados, tiendas, gente,…

En la plaza central ( Plaza Murillo ), decenas de personas sentadas a la sombra de algún árbol, o dándole de comer a las palomas, los buscavidas de la plaza, de todo tipo: gente vendiendo helados, gelatinas en vaso, empanadillas de pollo, comida para las palomas, fotógrafos ambulantes con su Polaroyd ya desfasada buscando a alguien que estuviera dispuesto a inmortalizar aquel momento a cambio de 5 bolivianos, y finalmente, lo que mas nos había llamado la atención, los limpiabotas. En Perú también había, pero aquí van completamente tapados, con pasamontañas, una gorra y guantes, al mas puro estilo del sub-comandante Marcos..
Glo, picó con el de los helados ( como siempre, jejeje )

Llamamos a Jaqueline, habíamos acordado nuestra llegada a La Paz ese mismo día, la conocimos a través de la web, había aceptado alojarnos, la verdad es que no podíamos haber dado con mejor anfitriona. Estuvimos 6 días, como reyes…

Dejamos nuestras cosas, charlamos un poco con Ilda (la empleada de hogar) y nos fuimos a explorar la ciudad, recorrimos toda la avenida principal, y algunas de sus callejuelas, llenas de artesanías. Si mi madre estuviera aquí, habría hecho temblar las bodegas del avión a la vuelta…
Se nos pasó el día rapidísimo, buscando tabaco de liar y algún sitio barato para comer, bueno, baratos eran todos, digamos que buscábamos algo casi “gratis”.. y lo encontramos.. metido en el corazón de una enorme feria.. “pollos ”
En La Paz, te puedes encontrar todo tipo de restaurantes, pero que no te extrañe que todos se llamen “pollos … etc”, es lo que triunfa.
La feria se extiende a lo largo de interminables avenidas, y cada calle tiene su temática: dvd´s, carne, ropa, fruta, zumos, hortalizas... Imposible recorrerla en un mismo día...
Al día siguiente, volvimos a la carga, esta vez mapa en mano, recorrimos el centro, fuimos al cementerio (marcado como recorrido turístico), bajamos por la calle de los disfraces y acabamos en el mercado negro, una especie de feria multitudinaria (si no lo era la que habíamos visto ya). Luego volvimos andando hasta Obrajes, una caminata, y pasamos por delante de la casa de Evo Morales, nada que ver con la casa blanca…
El jueves nos animamos a ir al zoo, creo que está a 10 km en medio de las montañas, pasando por el valle de la Luna; pues allí fuimos también, andando ¡!, es cierto que somos jóvenes, pero como sigamos así, no llegamos a viejos.






El Zoo, era un poco triste, la mitad de las jaulas vacías, los pobres animales en los huesos, el león, que se supone el animal mas fiero del parque, debajo de un árbol, le faltaba la gorra para pedir un pesito, …se le podían contar las costillas, pobre…
Pero pudimos ver a los cóndores, son enormes, los dueños de los Andes. Serpientes, monos y osos..




Al contrario que Lima, La Paz se ve como una ciudad mucho mas cosmopolita, en la forma de vestir, en el ritmo de vida de la calle.

Uno de estos días, nos quedamos 2 horas sentados en la plaza Murillo, la plaza principal. No nos aburrimos en absoluto, se nos pasaba el tiempo viendo a los enamorados agarraditos, devorándose a filetazos, los niños, dándole de comer a las palomas, jugueteando con ellas, los turistas, mirando a uno y otro lado palpando las diferencias culturales y cotidianas, otros intentando cazar con sus cámaras Reflex alguna imagen que haga que sus amigos los cataloguen como semiprofesionales de la fotografía; los vendedores haciendo su último sprint antes de cerrar los chiringuitos.. Es un muy buen sitio para “perder” 3 horas de tu vida..
Ayer, decidimos hacer vida normal de parejita y nos fuimos al cine, la última de James Bond, paradójicamente, ambientada en Bolivia. No lo sabíamos, curiosidades, como la de para conseguir mejor acústica y aislar el sonido, estaba en el interior recubierto completamente por cajas de huevos… A ver el sonido no era malo, pero digamos que quedaba un poco cutre.
Hoy nos vamos a Cochabamaba, la ciudad con el que dicen el mejor clima del mundo (lo dice en la Wikipedia), a 7 horas de viaje, que haremos por la noche..
Atrás dejamos La Paz, una ciudad que nos encantó… con Cuzco, lo mejor que hemos visitado hasta el momento. Quizás influidos por lo bien que nos han trataron…

Cristian.